El ejemplo más claro de todo esto lo encontramos en el ordenador de a bordo de las misiones Apollo de la Nasa en los años 60. El famoso AGC (Apollo Guidance Computer) era el cerebro de la bestia de aquella lata de conservas no más grande que un par de cabinas de teléfono que llevó a los primeros humanos a La Luna. El AGC, para hablar en términos con los que estamos familiarizados, tenía la increíble memoria RAM de 2Kb y 36Kb de ROM, a una nada desdeñable frecuencia de 2 Mhz de velocidad. Sí, nuestros "gomas" de 48 "kas" tienen más capacidad de procesamiento y velocidad que el ordenador usado en las naves para llevar al ser humano a La Luna... tela.
En esta imagen podeis ver el AGC junto con su interface de usuario |
Más ejemplos curiosos. Nuestras queridas naves VOYAGER 1 y 2 estaban dotadas de unos maravillosos ordenadores tanto de toma de datos como de procesamiento de los mismos, incluidos los de control y navegación, que eran punteros en su momento. El más conocido era el Viking CCS con una RAM de 70Kb que dejaba al AGC a la altura del betún. Reid todo lo que queráis, pero después de más de 40 años danzando por el espacio interestelar y aguantando todo tipo de radiaciones y temperaturas extremas los ordenadores de las Voyager siguen funcionando, ejecutando instrucciones y enviando valiosos datos al JPL (Jet Propulsion Laboratory) donde, como dato curioso, siguen manteniendo un sistema de recepción basado en la estructura y lenguaje de las Voyager, puesto que los sistemas actuales no serían compatibles. De hecho actualmente tienen serios problemas para encontrar personal que conozca los entresijos de lenguajes de programación ya obsoletos. El ordenador que sigue hoy día comunicando en tierra con las voyager es un IBM 360/75, cuya capacidad es la de unos asombrosos 256Kb de RAM, y llegando a los 7 Mhz de frecuencia de procesamiento.
Una de las pocas imágenes que se conservan de las pruebas antivibración a las que fueron sometidos los Viking CCS en el MIT |
El siguiente ejemplo es uno de mis favoritos. Como bien es sabido, el telescopio espacial Hubble es uno de los instrumentos científicos en órbita más famosos. Ha sido, y sigue siendo desde su lanzamiento allá por el año 1993, uno de los ojos de la humanidad al espacio profundo, permitiéndonos descubrir maravillosos fenómenos naturales espaciales nunca vistos con anterioridad, y que solamente podían ser teorizados matemáticamente sin ningún tipo de imagen. Bien, nuestro pequeño "gran hermano" orbital lleva a bordo (y sigue funcionando perfectamente) un ordenador DF-224. Una máquina muy de moda en los 80 en diferentes misiones orbitales y que consta de una sencilla memoria de 8 a 48Kb y una velocidad media de 1,25 Mhz. No obstante, el Hubble fué equipado con una pequeña mejora, brutal por aquel entonces: un coprocesador intel 386 a 15 Mhz...todo un "quantum leap" de la época.
Módulo principal de circuitería y procesamiento del DF-224 en todo su esplendor a bordo del Hubble |
Para finalizar tenemos el dispositivo principal de control y navegación de las naves Orión de la NASA. Este módulo de navegación forma parte del programa ARTEMISA de la NASA, cuyo principal objetivo es crear una especie de "puente aéreo" que conecte La Tierra con La Luna a fin de poder establecer una base permanente en nuestro amado satélite. Pues bien, el dispositivo en cuestión funciona con un procesador IBM PowerPC 750FX. Este pequeño ingenio formaba parte del corazón principal de los Apple Ibooks G3 que fueron lanzados allá por el año 2003. La nave Orión tiene tres ordenadores: uno principal y los otros dos de backup, capaz de reiniciarse en tan sólo 20 segundos en caso de colapso o fallo, tiempo durante el cual el segundo ordenador o el tercero continuarían con las tareas sin la más mínima interrupción. La NASA, en un ejercicio de "modestia" muy clásico ha indicado que la posibilidad de fallo de los tres a la vez es de una contra 1,83 millones... ¡apuesta segura!
El maravilloso procesador que nos va a devolver a la Luna 55 años después |
Twinsenspock.